Redacción
Dra. Liliana Maya R. Investigadora principal
Dr. Carlos Larrarte Coinvestigador
INTRODUCCIÓN
El acné es una enfermedad común de la piel que provoca espinillas (granos). Las espinillas se forman cuando los folículos pilosos que se encuentran debajo de la piel se tapan.
El acné se ha considerado una entidad patológica debido a su evolución y curso prolongado, que se comporta en ocasiones como condición de cronicidad, partiendo de una predisposición inflamatoria, que impacta la vida socioemocinal.
Esta patología puede presentarse, con ocasión de la pubertad y posteriormente a ella, incluso en la etapa de la vida de la mujer, como es en la menopausia.
Partiendo de la revisión de la literatura científica, se pudo evidenciar que los autores referían una importante relación hormonal de los andrógenos con la formación y generación de acné.
En la formación del acné hormonal intervienen cuatro mecanismos que actuan de manera interdependientes; ellos son: 1.La colonización por Cutibacterium acnes (C. acnes) y Propionibacterium acnes (son dos microorganismos integrantes de la flora cutánea), que tienen cierta predilección por poblar el folículo pilosebáceo.
2. El incremento en la producción de sebo: Las glándulas sebáceas están conectadas al folículo piloso y hacen llegar el sebo que segregan a la superficie de la piel.
3. La queratinización anormal del infundíbulo del folículo piloso: Las glándulas sebáceas, generan más secreción de la que la piel es capaz de eliminar por descamación y se acaban produciendo tapones de grasa en dichos folículos (comedones).
4. Estado proinflamatorio con participación de la respuesta inmunitaria innata y adaptativa:
El estimulo hormonal por parte de los andrógenos, en pacientes con una predisposición genética o individual a padecer acné.
Finalmente, se hacen recomendaciones de productos naturales para el manejo terapéutico, evitando así, el uso farmacológico de productos que puedan generar problemas gastrointestinales y cargas hormonales que afecten la salud.
QUÉ ES EL ACNÉ
El acné es una enfermedad común de la piel que provoca espinillas (granos). Las espinillas se forman cuando los folículos pilosos que se encuentran debajo de la piel se tapan. La mayoría de las espinillas aparecen en el rostro, el cuello, la espalda, el pecho y los hombros. Cualquier persona puede tener acné, pero es común en los adolescentes y los adultos jóvenes. No es grave, pero puede dejar cicatrices (Medlineplus, 2022).
Acné hormonal
Actualmente el acné ha sido considerado una enfermedad, debido a que su evolución es de curso prolongado, con ocasiones de remisión y otras de empeoramiento, que impacta aspectos emocionales y con impacto en el desarrollo social. Entre tanto, el investigador Bernabeu (2008), define en su artículo científico titulado “Acné. Etiología y tratamiento”, que “el acné es una condición inflamatoria crónica de las unidades pilosebáceas de la piel, caracterizada por la formación de pápulas, quistes, come-dones, pústulas y, en algunas ocasiones, nódulos o cicatrices”.
Al revisar en publicaciones especializadas de dermatología, se puede observar que las estadísticas demuestran que el acné es una patología puberal y pospuberal. Bonet (2002), sostiene que puede presentarse a cualquier edad, lo más habitual es que su aparición se sitúe en la pubertad, entre los 15 y 19 años, aunque su persistencia pueda prolongarse a lo largo de muchos años (en la edad adulta el proceso persiste en un 1% en varones y un 5% en mujeres).
En este mismo contexto, autores como Degitz et al, 2007, afirman que el acné resulta de diferentes factores que interactúan entre sí. Entre ellos se encuentran la sobreproducción de sebo la cual está hormonalmente determinada. Las hormonas implicadas son principalmente los andrógenos. Entre los andrógenos circulantes, se encuentran la dehidroepiandrosterona (DHEA) y la dehidroepiandrosterona sulfato (DHEA-S) y la androstenediona. Estos son débiles prohormonas y debe darse una conversión en búsqueda de su respectiva actividad biológica. (Zouboulis et al, 2007) En el caso específico del acné, los efectos androgénicos en piel como la proliferación de sebocitos y células papilares dérmicas, obedece en parte a la conversión de la testosterona en 5alfa-dihidrotestosterona (5alfa-DHT) vía la enzima 5alfa-reductasa. (Zouboulis, 2004; citado en Monistel,2016).
Andrógenos implicados en el acné
FORMACIÓN DEL ACNÉ
Para darle una terapia adecuada a una persona que padece de acné recurrente, es importante conocer cómo se origina, cual es su patogenia, evolución y cuáles son los factores que interviene en su formación.
Se han planteado cuatro mecanismos que intervienen en la génesis del acné: la colonización por Cutibacterium acnes (C. acnes), el incremento en la producción de sebo, la queratinización anormal del infundíbulo del folículo piloso y un estado proinflamatorio con participación de la respuesta inmunitaria innata y adaptativa. Los andrógenos desempeñan un papel etiopatogénico clave al estimular de forma directa la glándula sebácea, lo que incrementa su tamaño y la producción de sebo (Camacho, et.al,2020).
Teniendo en cuenta los 4 planteamientos anteriores descritos por Camacho (ídem), pasamos ahora a detallar cada uno de estos mecanismos que dan paso a la formación del acné:
1. La colonización por Cutibacterium acnes (C. acnes) y Propionibacterium acnes son dos microorganismos integrantes de la flora cutánea habitual del ser humano que tienen una cierta predilección por poblar el folículo pilosebáceo. Su perfil bioquímico se caracteriza porque, merced a la presencia de una lipasa, son capaces de hidrolizar los triglicéridos del sebo cutáneo y convertirlos en ácidos grasos, moléculas fuertemente irritantes y comedogénicas. Cuando los nódulos se infectan por dichos microorganismos reciben el nombre de «pústulas». Si las áreas infectadas de la piel son profundas, pueden expandirse para formar quistes. Un quiste se forma cuando la glándula sebácea continúa produciendo grasa.
Colonización por Cutibacterium acnes y Propionibacterium acnes son dos microorganismos integrantes de la flora cutánea.
2. El incremento en la producción de sebo: Las glándulas sebáceas están conectadas al folículo piloso y hacen llegar el sebo que segregan a la superficie de la piel a través de la abertura que dicho folículo posee en la superficie cutánea. El folículo sebáceo es un receptor androgénico específico, lo que sumado a la elevada tasa de testosterona sérica propia de los púberes, hace que en la superficie de las glándulas sebáceas se produzca una fuerte concentración de hormona masculina, incrementándose la formación de sebo.
El incremento en la producción de sebo
3.La queratinización anormal del infundíbulo del folículo piloso: Las glándulas sebáceas, generan más secreción de la que la piel es capaz de eliminar por descamación se acaban produciendo tapones de grasa en dichos folículos (comedones). Cuando la superficie de estos tapones se oscurece se llaman «espinillas (la parte negra de una espinilla no es suciedad, sino que se trata de sebo seco, melanina y células dérmicas atrapadas en las aberturas de los folículos pilosos). La grasitud provoca también un incremento del recambio de las células del canal folicular, haciendo que éstas se aglutinen formando un tapón en la abertura del folículo que dificulta aún más la evacuación normal del sebo.
La queratinización anormal del infundíbulo del folículo piloso: Las glándulas sebáceas, generan más secreción de la que la piel es capaz de eliminar por descamación.
4. Estado proinflamatorio con participación de la respuesta inmunitaria innata y adaptativa:
El estimulo hormonal por parte de los andrógenos, en pacientes con una predisposición genética o individual a padecer acné hormonal, inician fenómenos en el sebocito y el queratinocito, sumados a fenómenos inmunológicos en los que sin duda juega un papel importante la interleuquina α y se inician los fenómenos que van a desencadenar el acné (Diez de Medina, 2009).
Estado proinflamatorio con participación de la respuesta inmunitaria innata y adaptativa.
Actualmente se tiene claro, que el estado proinflamatorio, la predisposición genética y factores inmunológicos, juegan un papel relevante y son un mecanismo implícito en el desarrollo de la enfermedad, así sea en el caso de acné leve.
REPERCUSIÓN DE LAS HORMONAS EN EL ORIGEN DEL ACNÉ
En el acné hormonal, los andrógenos son las hormonas que se destacan por su papel fundamental en la hipersecreción sebácea de la unidad pilosebásea, además controlando la funcionalidad de la glándula sebácea, de igual forma para los receptores específicos del pelo. Montoya (2002) afirma que La glándula sebácea es exquisitamente sensible a pequeñas elevaciones hormonales y éstas dependen de la androgénesis (figura 1).1 Los andrógenos se producen en el estroma de los ovarios y en las glándulas suprarrenales, especialmente en la zona reticular a través del metabolismo del colesterol.
Siendo esto así, se puede inferir que las hormonas están implicadas en el origen del acné tanto en mujeres como en hombres. Sin embargo, en el caso de las mujeres existen algunos trastornos hormonales que pueden ser la causa subyacente de la aparición del acné, especialmente por encima de los veinte años.
La estimulación del folículo piloso por parte de los andrógenos es una de las claves en la aparición y/o mantenimiento del acné. Los andrógenos son hormonas que, entre otras funciones, promueven la secreción de sebo en la glándula pilosebácea, el aumento de vello corporal y la pérdida de cabello. Son propias de los hombres, pero también están presentes en la mujer. De hecho, las manifestaciones externas de un exceso de acción por parte de los andrógenos en las mujeres (“hiperandrogenismo”), puede tener dos orígenes básicos (Barco, 2022).
Más allá de la influencia endocrina extrínseca, en la actualidad se considera a la unidad pilosebácea como un órgano endocrino, ya que cuenta con todo el arsenal enzimático para la síntesis y el catabolismo tanto de andrógenos como de otras hormonas esteroideas a partir del colesterol. Los andrógenos poseen una actividad hasta cinco veces mayor a la de la testosterona. Por otra parte, se ha demostrado que algunos individuos presentan en la unidad pilosebácea, un incremento o una hipersensibilidad del número de receptores de andrógenos.
Así mismo, se ha evidenciado que puede existir hiperactividad intrínseca de la enzima 5-alfa-reductasa (enzima clave para la síntesis de andrógenos), lo que resulta en mayores niveles de andrógenos a nivel local (9). Por otro lado, el exceso de andrógenos disminuye la producción hepática de la globulina transportadora de hormonas sexuales (SHBG), lo que incrementa la fracción de hormona libre en plasma que es la metabólicamente activa. (Camacho, et.al., 2021).
A lo anterior, debemos tener en cuenta que en la piel sucede una conversión recíproca entre los estrógenos y los andrógenos mediada por la acción de la enzima aromatasa, porque la glándula sebácea tiene una alta receptividad a mínimos cambios hormonales que dependen directamente de los andrógenos; esto quiere decir que en la piel hay conversión de estrógenos a andrógenos y viceversa, que ocurre especialmente en tejidos como el cuero cabelludo, la piel, el músculo y el tejido graso. El cuerpo humano está mapeado según la actividad hormonal, por ende hay una variación regional a la respuesta de los andrógenos y todo depende del número de receptores, según lo descrito por la investigadora (Montoya de Bayona, 2022).
Cabe señalar que, en el estroma de los ovarios y en las glándulas suprarrenales, se producen los andrógenos, y éstos se forman a partir de la actividad del metabolismo del colesterol. Por todo esto, se entendería que hay una relación fuerte del papel que juegan los andrógenos, la actividad del colesterol y la unidad pilosebacea frente a la intervención directa en la formación del acné hormonal, resaltando factores predisponentes, como son la respuesta inmunitaria y la respuesta proinflamatoria de cada individuo en el acné.
A TENER EN CUENTA
Se puede afirmar que, las hormonas sexuales juegan un papel importante en la aparición y desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, actúan sobre la actividad de las glándulas sebáceas y el crecimiento del vello. La piel es capaz de activar e inactivar la acción de los esteroides sexuales. Las glándulas productoras de sebo que proporciona lubricación natural a la piel, son muy sensibles a pequeñas cantidades de andrógenos; antes de la pubertad son pequeñas y producen poca secreción, pero en las fases iniciales de la pubertad se alargan y la producción sebácea se incrementa a un grado tal que es frecuente la aparición de acné hormonal a estas edades, en ambos sexos.
En ocasiones se presenta el llamado acné posmenopáusico que consiste en pápulas y pústulas de pequeño tamaño y algunos comedones cerrados de baja severidad; aparece con más frecuencia en las mujeres que lo presentaron durante la adolescencia y en la raza negra. (Palacios,1995; citado en Velasquez y Fernandez, 2004).
TERAPIA NATURAL PARA TRATAR EL ACNÉ HORMONAL
Aplicar de manera tópica Aceite Puro Esencial de Tea Tree. Este aceite es una aceite 100% puro, extraído del árbol de té Australiano. Tiene acción antiséptica, antibacteriana, antimicótica y antiviral. Por su acción antiséptica y antibacteriana permite controlar y desaparecer las lesiones existentes, evitando la reproducción de microorganismos.
Se recomienda lavar previamente la zona afectada con una infusión tibia de canela en astillas. Se seca la piel y luego se aplican 3 gotas con el dedo índice debidamente limpio, en el área de los comedones, espinillas o pápulas.
Aplicación de Aceite Puro Esencial de Tea Tree.
2. Tomar Maca Peruana todos los días. La Maca Peruana, ejerce una acción reguladora de la producción de hormonas sexuales, lo que permite controlar el aumento de andrógenos causantes del acné hormonal. La Maca Peruana, es un tubérculo de origen de los Andes Peruanos, que se caracteriza por ser rico en proteínas, aminoácidos, vitaminas y minerales. Esta concentración de nutrientes le confieren una alto poder nutritivo para la piel.
Se recomienda tomar 2 bebidas diarias, disolviendo 8 grs en un vaso de agua.
Maca peruana regula la afluencia descontrolada de hormonas.
3. Tomar Colágeno hidrolizado. El colágeno para la piel ayuda a reducir la aparición de granitos o a disminuir cicatrices, además cura, sana heridas, acelerando el proceso de cicatrización. Dentro de sus principales beneficios, es conferirle suavidad y tersura a la piel maltratada, ayudando a borrar cicatrices dejadas por el acné hormonal.
Se recomienda tomar 10 grs diarios equivalentes a una cucharada sopera grande. Se puede consumir disuelto en agua o en jugos sin azúcar.
Es un colágeno 100% puro y natural.
4. Té Matcha Ceremonial. Este té se recomienda en casos de que haya mucha presencia de grasa en la piel, y en personas que los alimentos grasos les disparen el brote de acné, así como en aquellas personas que tengan sobrepeso.
Tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, y también antibacterianas, usándose como terapia alternativa en el tratamiento del acné hormonal. Igualmente reduce la producción del sebo de la piel, dado por su acción detoxificante, así como acelerando el metabolismo, lo que permite eliminar más rápidamente las toxinas circulantes en la sangre, que dañan tejidos como la epidermis.
Se recomienda tomar 2 a 3 tazas diarias. Disolver 1 gramo del té Matcha Ceremonial en polvo en 120 ml de agua caliente sin hervir.
Té Matcha Ceremonial, acción antioxidante, antibacteriano y detoxificador.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
BARCO, D. (2022). Acné. Recuperado en: https://dbdermatologiabarcelona.com/tratamiento-hormonal-del-acne-en-la-mujer-joven/ (enero 03 de 2023)
BERNABÉU, A (2008). Acné. Etiología y tratamiento. Recuperado en:
https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-acne-etiologia-tratamiento-13126071 (diciembre 12 de 2022).
BONET, R (2002). El acné: qué es y cómo combatirlo. Recuperado en: https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-el-acne-que-es-como-13035869 (diciembre 15 de 2022).
CAMACHO, ET. AL (2020). Endocrinología del acné y la unidad pilosebácea. Recuperao en: file:///C:/Users/USUARIOI/Downloads/manuelg,+114-122+Endocrinolog%C3%ADa+del+acn%C3%A9+y+la+unidad+piloseb%C3%A1cea.pdf (diciembre 17 de 2022).
MONESTEL, M.A (2016). Acné de causas endocrinológicas. Recuperado en: https://www.scielo.sa.cr/pdf/mlcr/v33n1/2215-5287-mlcr-33-01-00211.pdf (diciembre 15 de 2022).
MONTOYA DE BAYONA (2002). La importancia de los andrógenos en el acné. Recuperado en: file:///C:/Users/USUARIOI/Downloads/mbarragan216,+Gestor_a+de+la+revista,+LA+IMPORTACIA+DE+LOS+ANDROGENOS+EN+EL+ACNE.pdf (enero 04 de 2023)
VELÁSQUEZ Y FERNÁNDEZ (2004). Efectos poco publicados de los estrógenos. Revisión. Recuperado en: http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0048-77322004000300004
MEDLINEPLUS. GOV (2023). El acné. Recuperado en: https://medlineplus.gov/spanish/acne.html (enero 04 de 2023).
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